HISTORIA
Breve historia del sistema educativo francés

La Galia y el imperio romano
Antes del establecimiento del imperio romano, la educación en la Galia era una tarea doméstica o proporcionada por druidas itinerantes que viajaban por la Europa Occidental celta.Las escuelas de latín fueron establecidas por los ricos patricios
Edad Media
Como en otras partes de la Europa Occidental medieval, la literatura era principalmente en Latín. Las escuelas eclesiásticas asociadas a abadías y catedrales se desarrollaron desde el siglo VIII en adelante y fueron controladas por la Iglesia católica. La Universidad de París fue una de las primeras universidades de Europa, creada posiblemente alrededor del año 1150. Las escuelas de gramática, a menudo situadas en catedrales, enseñaban latín y derecho.
Las universidades fueron formalmente establecidas desde el siglo XII, incluyendo la Universidad de París (1150), la Universidad de Toulouse (1229), la Universidad de Orleans (1235), la Universidad de Montpellier (1289), la Universidad de Aviñón (1303), la Universidad de Cahors (1331), la Universidad de Grenoble (1339), la Universidad de Perpiñán (1350), la Universidad de Angers (1364), la de Orange (1365), la Universidad de Aix y de Marsella (1409), la de Dole (1423), la Universidad de Poitiers (1431), la Universidad de Caen (1432), la Universidad de Valence (1452), la Universidad de Nantes (1461), la Universidad de Bourges (1464), la Universidad de Douai (1559) y otras.
Edad Moderna
En la Edad Moderna, los colegios fueron establecidos por varias órdenes católicas, notablemente los oratorianos. Paralelamente, las universidad se fueron desarrollando en Francia.
La Revolución
Durante la Revolución francesa (1789), las universidades del Antiguo Régimen fueron cerradas, las facultades controladas por la Iglesia disminuyeron y el sistema educativo francés fue completamente reorganizado. Nicolas de Condorcet redactó los planes para una enseñanza universal. Se estableció la educación secundaria extendida en muchas grandes ciudades de Francia. Mientras que la educación superior era un privilegio para los nobles en el Antiguo Régimen, el régimen republicano eliminó todas las anteriores barreras de acceso a los estudios universitarios. La educación liberal, incluyendo especialmente las ciencias modernas, llegó a ser posible y extendida.
Las facultades de la Universidad de Francia estaban organizadas en cuatro categoría (derecho, medicina, ciencias, humanidades), bajo la estricta supervisión del gobierno.
Como reemplazo de las facultades de artes de las universidad del Antiguo Régimen, fueron fundados los liceos en 1802 como las principales organizaciones de educación secundaria responsables de los exámenes de bachillerato. Enseñaban francés, latín, griego antiguo y ciencias. Una ley de 1808 fijó el plan de estudios como "lenguas antiguas, historia, retórica, lógica y elementos de las ciencias matemáticas y físicas". Solían ser internados bajo disciplina militar.
En paralelo a las facultades de derecho, medicina, ciencias y humanidades en las universidades, se fundaron las Grandes Escuelas, instituciones especializadas en educación superior que se centraban en las ciencias y la ingeniería. Ocurrió en 1794, tras la Revolución francesa, con la creación de la Escuela Normal Superior por la Convención Nacional y la École polytechnique. Realmente, sus precursores fueron funcionarios de las escuelas públicas con el objetivo graduar supervisores de minas (École nationale supérieure des mines de Paris, fundada en 1783), ingenieros de puentes y carreteras (École nationale des ponts et chaussées, fundada en 1747), ingenieros de construcción naval (École Nationale Supérieure de Techniques Avancées, fundada 1741) y cinco academias de ingeniería y escuelas de artillería fundadas en el siglo XVII, como la École de l'artillerie de Douai (1697) y la école du génie de Mézière (1748), donde las matemáticas, la química y las ciencias ya ocupaban la mayor parte del currículum impartido por científicos de primera categoría como Pierre-Simon Laplace, Charles Étienne Louis Camus, Étienne Bézout, Sylvestre François Lacroix, Siméon Denis Poisson, Gaspard Monge.
Siglo XIX
Gracias a Guizot, en 1833 comenzó a ser gratuita la educación a nivel parroquial.
Después de la Restauración borbónica, los liceos pasaron a llamarse collèges royaux, pero fueron renombrados liceos (lycées) en la Segunda República Francesa. Esto fue confirmado por la Loi Falloux (de Alfred de Falloux). Para esta época, los liceos incluían clases de secundaria.
Durante el siglo XIX, algunas de las Grandes Escuelas de educación superior fueron fundadas para apoyar la industria y el comercio, entre ellas la École Supérieure de Commerce de Paris (actualmente llamada ESCP Europe, fundada en 1819), la [[École Centale Paris|École Centrale des Arts et Manufactures (École centrale de Paris, fundada 1829), la École des arts industriels et des mines (École central de Lille, fundada en 1854) y la École centrale lyonnaise pour l'Industrie et le Commerce (École centrale de Lyon, fundada en 1857).
Un acto propuesto por Camille Sée en 1880 trajo la escuelas de secundaria para chicas. Había alrededor de 36 en 1896.1 La enseñanza secundaria se volvió gratuita entre 1926 y 1930.
Las leyes de Jules Ferry son un conjunto de leyes francesas, que establecieron en primer lugar la educación gratuita (1881) y después la educación laica y obligatoria (1882). Propuestas por los ministro republicano de instrucción pública Jules Ferry, fueron un paso crucial en la base de la Tercera República Francesa (1871-1940).
Durante el último período del siglo XIX, se fundaron nuevas Grandes Escuelas para desarrollar la educación en nuevos campos de las ciencias y la tecnología, como la Escuela de Estudios Superiores de Comercio (HEC París), la École Nationale Supérieure des Télécommunications (TELECOM ParisTech), la École Supérieure d'Électricité (Supélec).
Siglo XX
Un decreto de 1959 estableció "liceos clásicos, modernos y técnicos". En 1963, las clases de secundaria fueron incluidas en las escuelas de primaria. En 1977 se fundaron les lycées d'enseignement professionnel (escuelas vocacionales), y fueron renombradas como lycée professionnel en 1985.
En 1985, el entonces ministro de educación, Jean-Pierre Chevènement, anunció un objetivo de "el 80% de cada generación alcanzará el bachillerato". Este objetivo fue tomado por su sucesor René Monory y comunicó un acto del parlamento en 1989 propuesto por Lionel Jospin. En la siguiente década, los liceos y la educación superior crecieron rápidamente. El bachillerato profesional fue creado en 1987, que permitía obtener un diploma de estudios profesionales o un certificado de aptitud profesional para completar la educación secundaria y quizás poder emprender estudios superiores. Entre 1987 y 1995, el número de titulados de bachillerato aumentó de 300.000 a 500.000.
Hasta 1994, los itinerarios en el liceo se llamaban A (literatura, filosofía y lenguas), B (economía y sociedad), C (matemáticas), D (biología), E (matemáticas y tecnología), F1, F2, F3..., F12 (tecnología), G1, G2, G3 (administración, secretariado, estudios empresariales, contabilidad) y H (hospitalidad). Estos itinerarios fueron reagrupados en tres vías: general, tecnológica y vocacional
LOS SIMIENTOS DE LA REVOLUCIÓN
La especificidad del sistema educativo francés se deriva de una larga herencia histórica del pensamiento educativo. La evolución de las ideas sobre educación a lo largo de todo el siglo XVIII dio lugar a la creación de toda una serie de planes educativos elaborados durante la Revolución Francesa. El Informe de Condorcet (1743-1794) tuvo una resonancia enorme y fue fuente de inspiración para la legislación escolar ulterior. A decir verdad, el período revolucionario no se prestó demasiado a las realizaciones concretas pero, con posterioridad, empezó a construirse, por etapas, el sistema educativo francés.
Fueron el régimen republicano y las leyes de Jules Ferry(2) las que dieron lugar a la elaboración del sistema educativo que ha funcionado, a grandes rasgos, hasta la actualidad. Jules Ferry se inspiró en las ideas de la revolución francesa y también en las del monárquico Guizot que había hecho adoptar la ley sobre la obligatoriedad de la escuela a partir de 1833. En una Francia todavía mayoritariamente rural, Jules Ferry daba a la escuela primaria pública la imagen que conserva todavía en la actualidad, obteniendo las consecuencias de aquella obligatoriedad: la gratuidad (1881) y el laicismo (1882). Por aquel entonces se empezó a dar en Francia una febril actividad de construcción de escuelas que supuso crear una escuela en cada municipio y una escuela normal de magisterio en cada departamento. La escuela primaria poseía su diploma, el certificado de estudios primarios, que gozó, sin duda, de un cierto prestigio.
Asimismo, se ofrecía a los mejores alumnos la posibilidad de prolongar sus estudios mediante las llamadas escuelas primarias superiores (EPS). Respondía ello a las aspiraciones de una burguesía y un campesinado ávidos de promoción social. Los resultados no se hicieron esperar: en 1906, tan sólo el 5% de los reclutas eran completamente analfabetos.
Napoleón había creado, con el monopolio universitario del Estado, los institutos (1802) que proporcionarían al Estado una elite de leales servidores. En 1808 se creaba el baccalauréat (examen y/o título de enseñanza secundaria que permite el acceso a los estudios superiores). Un cuerpo de inspectores generales se encargaba de controlar la enseñanza en los institutos. El Gobierno de la Tercera República había abierto a las chicas las puertas de la secundaria.
La educación en Francia seguía marcada por los orígenes históricos y sociales de los dos niveles de enseñanza, primaria y secundaria. El personal, los centros, los diplomas dependían de unas culturas sociales diferentes y compartimentadas. En 1880 se produjo una modernización en la enseñanza secundaria clásica que aminoraba el papel de las lenguas clásicas en beneficio de la disertación francesa, la historia y la geografía. En 1902 se producen dos innovaciones: la diferenciación de las series del baccalauréat que, a partir de entonces, dejan su sitio a las disciplinas «modernas», y la creación de dos ciclos en el segundo grado: uno de cuatro años de duración seguido de un segundo de tres años.
Después del trauma de la Primera Guerra Mundial se empieza a reivindicar una «democratización» de la enseñanza. La prolongación de la escolarización, establecida a los 13 años en 1882, se alarga en 1936 hasta los 14 años, lo cual acarrea la idea de un tronco común al final de la escuela primaria. Pero la secundaria se mantiene anclada en sus privilegios. Durante medio siglo perdurará una segregación escolar basada en la existencia de una serie de redes distintas entre las cuales la formación profesional será, durante mucho tiempo, el pariente pobre de la educación.
Fue necesario un segundo trauma, el de la Segunda Guerra Mundial y las esperanzas que la liberación había hecho surgir (1944), para que la democratización se pusiera verdaderamente en marcha. Dichas esperanzas se plasmaban en el plan Langevin-Wallon (1947) que proponía llevar la escolarización hasta los 18 años dentro de un sistema educativo unificado. Este plan jamás llegó a materializarse, pero sus principios inspiraron a los reformadores durante mucho tiempo. Con la prolongación de la escolarización hasta los 16 años (1959), la V República presidida por Charles de Gaulle se orientaba a la vez hacia una mayor racionalidad e igualdad. Se ponía en marcha la idea de un nuevo elemento intermedio entre la escuela primaria y el instituto:(3) el primer ciclo de la secundaria se separaba del instituto y adquiriría autonomía. En 1975, el ministro René Haby elabora la ley que instituye el collège único bajo el nombre de colegio de enseñanza media (CES, Collège d’enseignement secondaire). Se inicia entonces una nueva etapa con la construcción de cerca de 3.000 collèges en pocos años. Aparece así una nueva enseñanza secundaria «inferior» unificada. El personal de las distintas redes, directores de centros, profesores y demás docentes, coexisten durante un cierto tiempo en los collèges. Posteriormente (1986) el reclutamiento de profesores cede paso aldel personal de secundaria. Así concluye un período de tensiones entre los distintos niveles de la enseñanza.en la actualidad la educacion francesa cruza por un buen periodo historico, aunque sujeta a los vaivenes de la economia europea.
www.quadernsdigitals.net/datos_web/biblioteca/l_7171/enLinea/5.pdf